Lo que necesitas para aprobar el DELE son 2 cosas.
Ni una ni tres. Solamente dos.
Lo primero que necesitas es preparar MODELOS DELE con el mismo formato que el examen.
Lo segundo que necesitas es a un examinador DELE que conozca esos MODELOS y te corrija según el formato del examen.
Y ya está.
Ya tienes el 99% de posibilidades de aprobarlo.
Siempre tienes ese 1% de suspenderlo a pesar de todo. Ese 1% es cuestión de si ese día te levantas cansado, te duele el estómago, has tenido una discusión con tu pareja, o sufres amnesia selectiva y te has olvidado de hablar español de repente.
Pero en la mayoría de casos, si cumples con esas 2 cosas, acabas de pasar del 50% al 99%.
No sé tú, pero yo aquí veo una gran diferencia.
Espera, espera… ¿me estás diciendo que no estoy preparando correctamente el DELE?
Oye, pues igual no.
Lo bueno del DELE es que es un examen. No es un simple examen, pero es un EXAMEN.
Y todo examen siempre tiene:
El mismo número de pruebas.
Los mismos temas.
El mismo tiempo límite para realizar cada prueba.
El mismo sistema de evaluación.
Así que la idea es sencilla: practica con modelos que tengan el mismo formato que el examen DELE.
Pero, Sergio, esto mismo ya me lo ofrece cualquier libro de preparación DELE…
Sí, pero con estos libros solo estás preparando LA MITAD DEL EXAMEN.
Me estás diciendo que si lo preparo yo solo… ¿No preparo todo el examen?
Pues no. No preparas todo el examen.
Es totalmente imposible que puedas preparar todo el examen
si nadie te corrige tus textos y tu prueba oral.
Es totalmente imposible que puedas preparar todo el examen
si ningún examinador DELE, cualificado y experto en corregir a alumnos DELE, te dice que lo estás haciendo bien o mal.
Si solo lo preparas tú, es imposible que sepas cómo lo estás haciendo.
Conclusión: llegas al examen solo habiendo preparado la MITAD DEL EXAMEN.
Resultado: tienes un 50% MENOS de posibilidades de aprobarlo.