No, no es un hechizo lanzado en latín por Harry Potter en Hogwarts.
De hecho, es demasiado potente para que Harry Potter (“Javier el Alfarero” cuando viene a España) lo diga.
Esto es algo que sucede en el DELE.
Y es algo que sucede en las primeras clases de preparación para la prueba oral del DELE.
Siempre acaba sucediendo. Siempre.
Y es lo mejor que te puede suceder. En serio.
Porque si te sucede durante el día del examen, en la prueba oral, la has cagado.
Pero si estamos con clases de preparación, puedes lanzar sin problemas un “interruptus verbalus” en esta clase de preparación.
Y el otro día me pasó con una estudiante. En una de mis clases de preparación.
Empezó con la primera tarea de la expresión oral, se la preparó y…
¡Interruptus verbalus!
Joder, que susto me dio.
La estudiante lanzó el hechizo. La estudiante se quedó en blanco. Se detuvo. Había terminado.
Había terminado y aún le quedaban 3 minutos más de exposición oral.
Y mira que se lo había preparado bien antes del examen.
¿Qué había sucedido?
Pues es la inexplicable fuerza de este hechizo del interruptus verbalus: te quedas en silencio de repente y le dices al examinador que lo sientes, que te has quedado bloqueado.
Claro, yo soy el “falso examinador” que te está haciendo una “falsa prueba oral” antes del día del examen.
Imagínate que te pasa esto ante un “examinador real” el “día oficial del examen” en “tu prueba oral real”.
Ahí al “examinador real” le importa una mierda que te hayas bloqueado.
Le importa una mierda que te hayas quedado en blanco.
Le importa una mierda que hayas tenido una iluminación divina y hayas visto a a la Virgen María.
Eso es un suspenso.
Acabas de destruir tu prueba oral.
Si no quieres que te pasen los “interruptus verbales” el día oficial del examen, mejor que te pasen antes conmigo en estas clases de preparación.
Te prometo que eliminamos el hechizo antes de tu examen.
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