Pues bien. Adelante.
Los examinadores DELE también valoramos a los estudiantes que se han preparado el DELE por su cuenta.
Sin profesor. Sin clases. Ellos mismos con un libro con modelos DELE.
Luego hacen un examen rarito. Pero, a veces, bien hecho.
No siguen lo que los examinadores ESTAMOS ACOSTUMBRADOS a escuchar, leer ni corregir.
Pero, a veces, no suena tan mal. Está bien.
Es como el típico caso de la persona que aprende a conducir por su cuenta. Sin profesor. Sin clases en la autoescuela.
Luego, el día del examen, sí, sabe conducir. Pero conduce… raro.
Y, claro, también hay examinadores RAROS. Hay examinadores que no les gusta que un alumno haga un examen “raro”.
Y como no tienen mucho tiempo en ver las cosas positivas de “lo raro”, pues deciden suspenderlo.
Lo suspenden porque les ha caído “raro”.
Mi consejo es que, si puedes, prepares el DELE con un examinador DELE.
Y si no puedes, que al menos hagas un examen que no sea “raro”. Hazlo normal.
Hazlo tal y como un examinador DELE le gustaría corregírtelo.
Cuanto más fácil se lo dejes al examinador, más oportunidades tendrás que aprobarlo.
Sin cosas “raras”.
PD: Lo raro no es malo. Es simplemente raro. Pero para los exámenes como el DELE, lo raro es malo.
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